Somos el tiempo. Somos la famosa
parábola de Heráclito el Oscuro.
Somos el agua, no el diamante duro,
la que se pierde, no la que reposa.
Somos el rio y somos aquel griego
que se mira en el rio. Su reflejo
cambia en el agua del cambiante espejo,
en el cristal que cambia como el fuego.
Somos el vano rio prefijado,
Rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
La memoria no acuna su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda
Y sin embargo hay algo que se queja.
Jorge Louis Borgés
Ein Gedanke zu „Son los ríos“